sábado, 28 de octubre de 2017

He aprendido a amarte...


He aprendido a amarte…
En la simpleza de la penumbra de mi habitación,
donde los abrazos de tu amor, me reclamaban.
No podía pasar por este mundo sin probar
 la dulzura de la voz que me llamaba
a convivir con la luz 
y alimentando mi esperanza.
Quemé  las fotos que mecían mis recuerdos
 y hablaban de las blancas cenizas de mis canas.
Cada noche le tapaba la cara a la luna
para que no vieras como se desintegraba mi pasado
con las pisadas húmedas de mis lágrimas.

He aprendido a amarte…
En la simbiosis de nuestras manos,
entre la metamorfosis de las promesas,
sin poder abrazar los juramentos
en el silencio de esas largas miradas
y entre las mentiras que escondían las palabras.

Escribiendo sobre sueños baratos,
sobre castillos en el aire que se desvanecen,
adicta al sabor que aflorabas por dentro.
Tanto hemos  alimentando esa fantasía
que hoy, amanece apagada la llama del fuego,
y bajo la sombra de mi rostro muero de frio,
porque reconoces que nunca me has querido…
Todo ha sido un viaje en el tiempo.


María Sánchez/ octubre-2017
 (Reservados los derechos)
Del poemario: TAPÁNDOLE LA CARA A LA LUNA

No hay comentarios:

Publicar un comentario