Tus ojos...

Me gustan tus ojos,

esa mirada congelada de sueños

que  reflejan el mundo infeliz

de lágrimas y recuerdos.

Como dos rayos de mil colores

alzan su diáfana   luz

fundiéndose con los míos,

esperándolos, elocuentes  y sugestivos. 

Me gustan…

Porque me hablan de la angustia de vivir,

la persuasiva  vida y sus razones.   

Y… en secreto, sin tu saberlo,

ellos me han contado la fragilidad

 de la utopía que lo componen...

María Sánchez/ Mayo-2017

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El sonido de tu voz...

El sonido de tu voz…

Ese susurro interior

que mana de los cuerpos

cuando la primavera aflora

y llama a los sueños.

Aunque tú no lo sepas,

ha despertado mis sentimientos.

He dibujado sonrisas en tu boca

con pétalos de rosas

hechos con mis dedos,

se han callados los silencios

que ahogaban nuestros pechos

y he besado tus labios

seductores de versos.

Aunque tú no le sepas,

le he confiado mis secretos.

María Sánchez-mayo/ 2017

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Trozos de papel...

Sobre trozos de papel,

recorren mis dedos la tinta de unas lágrimas,

ahogando el amor con ese adiós,

con esa mirada que nos deja sin palabras.

He matado las ilusiones con un beso póstumo,

Y yo, pido la palabra…!!!

Me pido la palabra para defender mi conjetura,

para vestir de rojo mi esperanza.

Me la pido para desahuciarme de tantos laberintos,

de las noches eternas y lentas,

de los amaneceres que no llegan,

de los sinsabores, de lo agridulce de sus besos.

Me pido la palabra para poder borrar los desechos,

las huellas que manejan el tiempo.

Me pido la palabra para gritar la fragilidad del fracaso,

y  poder llorar mi castigo.

Me pido la palabra para firmar

mi sentencia de muerte,

poder seguir mirando a los ojos del mundo,

poder seguir llevando a las tumbas mis flores.
Me pido la palabra del último suspiro
para cumplir con fervor mi sentencia 
y el silencio grite con orgullos sus sonidos.

María Sánchez/ septiembre- 2017

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Trocitos de ti...

Como un puzzle se va reconstruyendo mi vida,

vuelvo a renacer con trocitos de ti:

del horizonte que forman tus labios,

del beber de tu boca,

del azul intenso  de tu cielo,

de tu voz con sabor a amor,

del cosquilleo de tu risa,

con tus ojos color de ilusión

y del dulzor con el que me miras…

Todos los trocitos de ti

que voy recogiendo en cada encuentro:

Del sudor que dejas en mi almohada,

del amanecer de cada instante…

En los de la sonrisa de “BUENOS DIAS”,

del disfrute en la tarde de un café

y de la melodía de las puestas de sol.

En el sentir de ese: “TE QUIERO”

Y en el beso de “BUENAS NOCHES”.

Del coraje andando por la vida,

del amor sin ti,

 en las lagrimas del “ ADIOS”.

En esa razón por vivir

cuando le tapo la cara a la luna

  y, mi voz  se llena de trocitos de ti.

María Sánchez/ septiembre/2017

( Del poemario: “Tapándole la cara a la luna”)

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