lunes, 8 de noviembre de 2021

Pasa la vida...


 

PASA LA VIDA (A la ciudad de Cuenca)

 

Pasa la vida suspendida en letargo,

en el embrujo donde los abrazos se pierden

disipados en el tiempo.

El adiós en el olvido se hace eterno,

el recuerdo de mis ojos es una foto en blanco y negro

inclinada en el horizonte de un barranco en calma.

La niebla se ha quedado dormida

como un manto de tul cubriendo sus calles

y el aire la balancea una y otra vez

susurrando su nombre: ¡Cuenca…Cuenca…!

La mañana despierta sobre el lecho de la ciudad;

el tañer de las campanas anuncian el nuevo día;

 a toque de maitines, las calles se cruzan

y parecen recitar a plena luz;

un perfume a sándalo nos sumerge en la historia

quedando extasiados todos los sentidos.

 

El latir del eco choca entre casas colgadas,

como en el mástil de un barco a la deriva

encallado en la arena de una playa

y siento, sobre el paisaje de mi interior,

 pasar, el sordo ocre de los espacios...

 

MARIA SANCHEZ ROMAN

ANTOLOGIA: CUENCA, UNICA Y MAGICA

RESERVADOS LOS DERECHO


RECUERDOS, a mi madre...

 


RECUERDOS - A MI MADRE

No sé cómo empezar a escribirte este poema,

con la mirada perdida escribo y borro,

no encuentro las palabras adecuadas

cuando todo parece navegar en el lodo.

Hay miles de momentos: gritos, lamentos,

consejos, lágrimas y besos.

 

Era una niña escribiendo sentimientos,

poniendo sinfonía a los versos

cuando estrenaba zapatos de charol,

en el campo del abuelo cogíamos almendras

o cortábamos geranios para ponerlo en mi pelo…

Detrás de ti se fue mi niñez

y de una vez, salte todos los obstáculos.

 

Momentos en el recuerdo,

existente en un mundo quimérico

y yo hoy, no encuentro las palabras,

no sé cómo arrancarme estos suspiros.

Solo sé que te extraño, madre,

y no sé cómo llamar a esos recuerdos.

Me imagino subida a la grupa del caballo,

volviendo a ser la niña de ojos azules,

atrapada por la sombra de los desvelos

y siguiendo la luz que me lleva a ti, madre

donde te reflejas en el horizonte del universo.



ALMA ROTA

 Mi alma está rota, la condición de ser madre

viene con el martirio natural de ser mujer

y matan la ley para lo que fuimos creadas

siguiendo el deseo impuesto por algunos,

siendo el edén impetuoso con que disfrutan

y la sensibilidad es arrastrada al caer al suelo,

convirtiéndose en caprichos de algunas mentes.

 

Quisiera volver a engendrar

a la rosa erudita que anidó en mi vientre,

me atrape el color de las nubes de sus ojos

en el marco de los recuerdos hallados en mi frente

y firmar cada página del libro de los sueños…

¡Cuántos dibujos enseñarían pintados con la tinta,

habiendo usado el lápiz de los tiempos

y el sudor prendido en los úteros estériles…!

 

Volver a ser madre y callar los llantos de tantos niños

con el calor guardado en mi cuerpo;

amamantar mis pechos toda el hambre del mundo

y que mis manos recojan las lágrimas y sonrisas

de todos aquellos sin calor ni cobijo

y el mar se llene de la alegría nacida de la vida

 y del amor interno hirviendo por mis venas

para esparcirlo en las playas de mis fantasías.


Maria Sanchez Roman

ANTOLOGIA: LA MUJER EN LA LITERATURA HISPANO MARROQUI

RESERVADOS LOS DERECHOS

 

Sal...

 

 

 

Sal, blanca pupila de nácar

del ave encarcelada en el edén de sueños y aventuras;

luz que brillas en la ceguera de aquellos recuerdos

anclados en un éxtasis de labios y promesas:

en el agua naces y con el sol te engrandeces…

 

Sal, engendrada en las míseras entrañas del mar,

vas y vienes paseada por sus olas;

partícula enderezando el silencio de la brisa

en la cuna celeste,

convertida en lágrimas de cristal.

 

Sal, anclada en las rocas moribundas,

enraizada entre caracolas

para sobrevivir a las tormentas;

esfinge de mujer,

esperando, en el crepúsculo de una ofrenda.

 

Sal, creando latidos de vida,

ciclos de colores y sabores

hasta llegar a la raíz de mis huesos,

al punto de un adiós de mentira.

 

Sal de arena, rosa del desierto,

anclada en el corazón, rompiendo la sed.

 

María Sánchez Román

Antología: 100 poetas en mayo, 2021

Reservados los derechos


 

VESTIDA DE POESIA

 

El aroma de tus calles me embriaga,

vuelvo a la infancia, con el olor a pan recién hecho

y el murmullo de musiquilla que alegra mis sentidos.

Mi cara es un clavel abierto tras la reja de un corazón,

en los patios de colgantes geranios huele a tu amor

y la alegría de tu sal da vida al caudal de mis venas.

 

Y yo, me visto de poesía:

me miro en el espejo de tu mar

me coloreo con la espuma de tus olas,

me espolvoreo con la canela de tu arena.

Yo, trovadora de los vientos,

Gaviota de los mares del sur,

cierro los ojos, abro mis alas,

pongo rumbo costeando tus aguas.

 

Y sigo, vestida de poesía,

para mirarme en tus azules ojos,

en la inmensidad de tu cielo,

en el camino que me lleva al universo,

para regresar a ti,

al corazón que me regaló sus latidos,

al espíritu que me prestó su alma,

a la música que acompañó mis sentidos.

Y vuelvo a ti... Vestida de poesía.

María Sánchez Román

Antología: 100 poetas en mayo, 2021

Reservados los derechos