martes, 19 de noviembre de 2013

Busco...

  
Tengo, tengo, tengo…
No sé qué tengo.
Busco en cajones llenos,
repletos de objetos y recuerdos:
un papel,  un libro,
los cuadernos con los que soñaba
pintando tus sueños y los míos,
monótonos versos de amor
que  me susurrabas  al oído,
una camisa rota,
un pañuelo escondido,
barquitos de papel
que viajan por el mundo,
y el despertar
de un corazón desnudo.

Tengo… no sé qué tengo!
Busco y busco.
Es mi cajón un laberinto
de recuerdos que se cruzan,
ilusiones arrinconadas,
llaves  que  abren 
y no cierran nada

Busco, busco…
No sé qué busco.
Quizás tu mirada
desolada, aturdida,
quizás un beso enamorado,
quizás tu boca sedienta,
quizás tu pelo enredado,
quizás unas manos  extendidas,
quizás huellas del pasado,
quizás tu perfume, tu  risa,
quizás palabras encadenadas
o lagrimas cristalizadas.

Cierro mis ojos,
digo adiós al olvido
y cierro el cajón
de los sueños escondidos.


M. Sánchez, 2013   
(Reservados los derechos)