martes, 26 de enero de 2016

Me acostumbre...


Me acostumbre,
 al orgullo del amor,
a la oscuridad de los bolsillos 
vacíos de ternura,
a las persistentes costuras,
a los corazones desgarrados 
gritando la ira y el resentimiento.

Me acostumbre,
a las sabanas palpitantes y frías,
a las arrugas que dejan las noches oscuras
sin testigos de otros amaneceres,
a buscar en las manos teñidas del olvido,
a las mentiras con sabor a hiel,
a los gritos de los enlutados labios.

Me acostumbre,
 al silencio hostil de las rocas,
al aleteo constante de las olas,
al bofeteo de la arena 
cuando sopla el levante,
y… a gritar tú nombre
Inmersa en versos torcidos y salvajes.

Me acostumbre y olvide
que solo se vive una vez
y vivo con el suplicio 
de ese nuevo amanecer.


María Sánchez/ 2016
Reservados los derechos



domingo, 17 de enero de 2016

Por su voz...


Imagino el dibujo de sus labios,
dulce como una flor,
beso el perfume del misterio
acurrucándolo contra el calor
que viene a mi como olas de suspiros.

Brindo con el ausente sonido,
por unos sentimientos que  nacen,
como única razón de mis sentidos.
Mientras bebo el aroma que  vuela en los aires
llenando los huecos que forman los vacíos.

Por su voz!!!
Beso perfumado en el centro de mi corazón,
porque cubre las heridas que deja el recuerdo,
borra el eco  que marca el olvido
y apaga los  silencios constantes       
 que gritan al  sosiego de la vida…
Los tuyos  y los míos.

Maria Sánchez
Reservado los derechos




sábado, 9 de enero de 2016

Amanece...



Amanece en el norte,
entre la bravura de las montañas,
el sol extiende ramilletes de colores.
Amanece en el sur,
entre  la seductora  neblina y el mar,
la brisa se cuela por las ventanas
abiertas a la vida de  par…en par.

La mañana se abre al mundo,
mientras, seduzco tu alma
con el impetuoso remolino
de mi ser.

Desde el alba,
aguardo tu mirada
como agua sutil
que salpica al tiempo,
mientras tanto…
Unas gaviotas alzan el vuelo.

María Sánchez/ Enero 2016
Reservados los derechos.


martes, 5 de enero de 2016

Ansia de unos sentimientos...




Ansío el cruzarme con esa mirada
que cada día me desafía tras de un PC
y una voz de la que  no conozco
el susurro impetuoso y efusivo
cuando  pronuncia mi nombre.

Imagino  el tacto de unas manos
acariciando los lóbulos de mis pechos
y paseando débilmente por las montañas
sublimes del torso de  mi  cuerpo.

Aspiro el aire para impregnarme
del sofisticado  perfume,
me imagino el abrazo condesado
por el calor desprendido de su interior
y el suspiro suspicaz al liberar un beso.

La sonrisa, vida de su ser,
donde tengo puesta toda la ilusión
del triunfo innato de unos sentimientos.

Cada vez mi ansia es más…
Me derrota en cada segundo de la noche,
en cada punto de partida
donde comienza y  acaba el día.
Es un reglón escrito con el sabio interés
de encontrarla en cada lugar,
en las calles  que nos cruzamos con la vida.

María Sánchez/ Enero 2016
Reservados los derechos.