sábado, 28 de octubre de 2017

He aprendido a amarte...


He aprendido a amarte…
En la simpleza de la penumbra de mi habitación,
donde los abrazos de tu amor, me reclamaban.
No podía pasar por este mundo sin probar
 la dulzura de la voz que me llamaba
a convivir con la luz 
y alimentando mi esperanza.
Quemé  las fotos que mecían mis recuerdos
 y hablaban de las blancas cenizas de mis canas.
Cada noche le tapaba la cara a la luna
para que no vieras como se desintegraba mi pasado
con las pisadas húmedas de mis lágrimas.

He aprendido a amarte…
En la simbiosis de nuestras manos,
entre la metamorfosis de las promesas,
sin poder abrazar los juramentos
en el silencio de esas largas miradas
y entre las mentiras que escondían las palabras.

Escribiendo sobre sueños baratos,
sobre castillos en el aire que se desvanecen,
adicta al sabor que aflorabas por dentro.
Tanto hemos  alimentando esa fantasía
que hoy, amanece apagada la llama del fuego,
y bajo la sombra de mi rostro muero de frio,
porque reconoces que nunca me has querido…
Todo ha sido un viaje en el tiempo.


María Sánchez/ octubre-2017
 (Reservados los derechos)
Del poemario: TAPÁNDOLE LA CARA A LA LUNA

lunes, 23 de octubre de 2017

Me tocó perder..


Estoy perdida en el desierto de este vacío,
cansada de desenterrar corazones de la arena,
en esta soledad, de tener que ahogar los suspiros,
de tener que sujetar fuertemente a las estrellas,
de escribir en un papel lo que no puedo decir al oído,
de tener que tapar los deseos hambrientos de la niebla
por todo  lo que se lleva el olvido,
de tener que poner punto y final a los sueños.

Me escurro en la penumbra de las palabras
cansada de las falsas pasiones y las carcajadas,
de tropezar siempre con la misma piedra,
de tener que chocarme una y otra vez contra la ignorancia,
de que me utilice el destino como una falsa moneda
y de jugar siempre con su cara o su cruz...
De que siempre me toque el perder.

Estoy subida en el abismo del horizonte
Y desde allí grito al universos los sinsabores del mundo,
los giros a medio punto que da la vida.
Poco a poco mis pulmones se hacen eco con el torso de mi cuerpo
confundiendo el aire, la sangre y el pudor que llevo dentro.
Siento como lo contamino todo,
 el néctar de mi azahar se dosifica entre mis dientes
y reservo algo para beberlo con el amor.
A dentelladas, como  del mundo, abrazo a la vida
y sigo jugando con la falsa moneda…
Aunque siempre me implore a los altares de mis Dioses,
 siempre me toca danzar entre rechinar de espadas.
  
Desterrada estoy como los pájaros sin alas
que hacen sus nidos en las cloacas de los inviernos.
Me debo a la tierra como el árbol a sus raíces,
a la fosa donde arrojan las falsas monedas de celos y rabia,
donde se  desintegran con el óxido caliente del ADIOS.

De nuevo me lanzo  a sus profundidades,
a los dientes de la tierra que lo soporta todo,
levanto mi vista ante los corazones que me llevó a  perder
y en el acantilado de la soledad, como un náufrago,
una vez más…le tapo la cara a la luna
 y sigo acariciando los mordiscos de la ternura.


María Sánchez/ octubre 2017
(Reservados los derechos)
Del poemario: TAPÁNDOLE LA CARA A LA LUNA

domingo, 15 de octubre de 2017

Jirones de amor...


Con hebras de hilo  cubro mi cuerpo,
arrancándote la piel para hacer míos los segundos
de un tiempo que no me pertenece,
arrancándote sorbo a sorbo en el recuerdo
esa mirada que  no consigo retener
y gota a gota, se van perdiendo las promesas
que en tus labios me dieron de beber.

Por mucho que las agujas quieran coser,
sobre tu pecho, las caricias de mis manos,
 la nostalgia, con cada sorbo me hace desvanecer
y quiero seguir cosiendo los jirones de amor.

No sé porque los “te quiero“ dejaron de amanecer,
cuando, todavía,  hay mañanas con tu aroma
e intento componer este presente con alfileres,
contigo o sin ti… 
Vivo de los suspiros,
estos que vuelan una y otra vez…
Ay ¡!! Yo quisiera ahogarlos con tinta y papel.

María Sánchez/ octubre 2017

                                              Reservados los derechos

sábado, 7 de octubre de 2017

Los sueños rotos...


Volver a respirar aquel aire que me lleva a su cuerpo,
el  aroma de su piel tallado en mis recuerdos.
Porque en todo, ya, hay algo suyo,
en todo me encuentro con aquella boca salada del mar de sus besos
donde sé que solo hay verdad en el verbo de los deseos
 y quiero volver a componer los sueños rotos.

Volver a dormir acurrucada en la cercanía de su pecho,
volver, porque así lo quiere mi corazón
deseosa  de comer del turrón de sus labios
en las mañanas que deja la dulzura de su piel en mi lecho.

Volver,  porque mi éxtasis es sublime con sus abrazos,
porque su voz, es una canción de nana callando mí llanto
en la soledad que enfría las tardes empapadas de ayer,
de promesas, apurando la taza de café,
porque tengo miedo a vivir con los sueños rotos.

Porque nos debemos el vuelo libre
sobre el cielo que cubre la cara de la luna,
lejos de todo lo que daña nuestras vidas
y volver a componer los sueños rotos…
Porque creo en el amor…
y en los vuelos lejos y altos.

María Sánchez/ octubre, 2017
Reservados los derechos
( Del poemario: "Tapandole la cara a la luna")

miércoles, 4 de octubre de 2017

El tiempo nace...


El tiempo nace en los acantilados de un poema,
en la cuerda floja donde colgamos los versos,
en los jardines grises y melancólicos,
en los zapatos viejos que guardamos.

El tiempo muere para volver a nacer en mi mano,
al ritmo de la fuente sonora de la plaza  del pueblo,
reivindicando cada campanada de sus pasos,
crucificando los vacíos que deja la ausencia
y escribiendo sobre las sienes los deseos frustrados.

Solo la primavera  puede resucitarlo,
enterrando las hojas  para no dejar  rastro,
cada año con el brindis del amor
y con el beso del eterno enamorado,
convirtiendo en ruinas los deseos del otoño,
intentando expatriar el frio de los inviernos
y adherido al fuego de la vida para que el deshielo
sea el camino que nos lleve hasta el cielo.

Año tras año, modera y divide cicatrices del pasado,
se apodera de los corazones como un imán encaprichado,
amputando los sueños que nos dejó los calores del verano.

Año tras año, los aplausos de sus manillas
abren las heridas que lo azotan sin dañarlo,
meciendo en una cuna los desvelos de las tardes
y soñando en sus brazos… nos deslizamos,
empeñándonos en verle la cara a la luna.

Agarrado al mástil de la vida,
el tiempo corre al favor del viento.
Año tras años…
El piélago, lo arrastra hasta la palma de mi mano.


María Sánchez/ septiembre-2017
Reservados los derechos

lunes, 2 de octubre de 2017

La ladrona de sueños...


Soy una mujer sin rostro,
un enigma reflejado en la arena,
que las olas borran una y otra vez.
Soy la luna de cuatro caras…
Soy la ladrona  de sueños.
He borrado la poesía del cosmos,
atrincherados están los versos.
Hay un nuevo piélago en el horizonte del universo,
navegan los barcos rumbo al “ADIOS”,
se disparan cañones huyendo de los besos.
Y yo,  asesina sin piedad,
serpiente con dos cabezas,
disparo dardos de Esperanza,
de Libertad, de Amor y de Paz
a este mundo que me lleva a la deriva.
Cada mañana me postro ante él con mi armadura
esperando merecer mí sentencia…
Porque soy la ladrona de sueños
y me debo al mundo
Yo… me entrego al mundo.

María Sánchez/octubre 2017
Reservados los derechos