Ansío el cruzarme con esa mirada
que cada día me desafía tras de un PC
y una voz de la que
no conozco
el susurro impetuoso y efusivo
cuando pronuncia mi
nombre.
Imagino el tacto de
unas manos
acariciando los lóbulos de mis pechos
y paseando débilmente por las montañas
sublimes del torso de mi cuerpo.
Aspiro el aire para impregnarme
del sofisticado
perfume,
me imagino el abrazo condesado
por el calor desprendido de su interior
y el suspiro suspicaz al liberar un beso.
La sonrisa, vida de su ser,
donde tengo puesta toda la ilusión
del triunfo innato de unos sentimientos.
Cada vez mi ansia es más…
Me derrota en cada segundo de la noche,
en cada punto de partida
donde comienza y acaba
el día.
Es un reglón escrito con el sabio interés
de encontrarla en cada lugar,
en las calles que nos
cruzamos con la vida.
María Sánchez/ Enero 2016
Reservados los derechos.
Precioso poema. Un beso, amiga. Con ganas de volver a coincidir.
ResponderEliminarGracias Ana por tu comentario, y te felicito porque ya es oficial que perteneces a la UNEEpronto coincidiremos y la vamos a armar poeticamente. MIl besosssssssss.
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