Como un puzzle se va reconstruyendo mi vida,
vuelvo a renacer con trocitos de ti:
del horizonte que forman tus labios,
del beber de tu boca,
del azul intenso de
tu cielo,
de tu voz con sabor a amor,
del cosquilleo de tu risa,
con tus ojos color de ilusión
y del dulzor con el que me miras…
Todos los trocitos de ti
que voy recogiendo en cada encuentro:
Del sudor que dejas en mi almohada,
del amanecer de cada instante…
En los de la sonrisa de “BUENOS DIAS”,
del disfrute en la tarde de un café
y de la melodía de las puestas de sol.
En el sentir de ese: “TE QUIERO”
Y en el beso de “BUENAS NOCHES”.
Del coraje andando por la vida,
del amor sin ti,
en las lagrimas del “
ADIOS”.
En esa razón por vivir
cuando le tapo la cara a la luna
y, mi voz se llena de trocitos de ti.
María Sánchez/ septiembre/2017
( Del poemario: “Tapándole la cara a la luna”)
Reservado los derechos
No hay comentarios:
Publicar un comentario