Me gustan tus ojos,
esa mirada congelada de sueños
que reflejan el mundo
infeliz
de lágrimas y recuerdos.
Como dos rayos de mil colores
alzan su diáfana luz
fundiéndose con los míos,
esperándolos, elocuentes y sugestivos.
Me gustan…
Porque me hablan de la angustia de vivir,
la persuasiva vida y
sus razones.
Y… en secreto, sin tu saberlo,
ellos me han contado la fragilidad
de la utopía que lo
componen...
María Sánchez/ Mayo-2017
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