Vivo mi
soledad
refugiada
en los que-haceres diarios,
de vez en
cuando,
escribiendo
sobre los recuerdos,
las
ilusiones y los fracasos.
No niego
que soy gaviota
que vuela
a su antojo,
de vez en
cuando…
y que
aterrizo mi vuelo
en los
rincones de un patio.
De vez en
cuando…
Me acerco
al mar
para
volar sobre la arena mojada
que deja
la marea
y sigo
las huellas
que otros
han dejado
y recobro
la energía
que
muerta de risa
me había
abandonado.
La vida
me da vueltas
y tengo
que sobrevolar
siguiendo
la balada del viento.
En ella
te quisiera encontrar
y
envolverte con la brisa
llamada
libertad.
Atravesar
el mar,
llevarte
la felicidad
y hacerte
sonreír,
aunque
sólo sea,
de vez en
cuando.
(María
Sánchez, agosto 2012)
Reservado
los derechos
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