Siempre callada y sentada observando en lo mas alto,
la luna soñó que caía
sobre el mundo,
fue capaz de quitarse
el antifaz,
de gritar y de sentir…
Al fin, dejo de ser sueño,
su rostro se pinto los labios de mujer,
porque la luna, fue engendrada
entre lágrimas de libélulas en celos…
y entre suspiros de palabras agotadas.
Ahora es raíz, pies y
alas,
es capaz de caminar
sobre la tierra
y nadar entre las aguas.
Navega en su barco velero cargado de ilusiones,
porque es poeta llevando la luz a todos los hogares.
Maria Sánchez Román
MUNDO QUIMÉRICO ( Mujeres en mi vida)
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