(A mi hermana Pepa por su valentía en la vida y por seguir apostando por el amor)
Muy pequeñita,
con unos ojos grandes
solo con algunos meses,
sentada en una silla de enea
y sin saber pronunciar mi nombre.
Mi corazón me lleva a tu infancia,
cada cumpleaños superando a la vida
los vientos de penas y promesas
en las vueltas del día a día.
Mi hermana Pepa,
es un lazo inocente
enlazando ilusiones y sueños
entre noches y mañanas,
en campos de serpientes
mordiendo carne.
Fue primero corroída y oxidada,
después, fermentando
volvió a resucitar en su metamorfosis:
joven, grande y blanca como el Aves Fénix.
Es el puñal de la reina de corazones,
su bella alma de mujer será eterna,
Diosa del amor y las batallas,
mi hermana, es la Diosa Atenea.
María Sánchez Román
poemario: MUNDO QUIMÉRICO-Mujeres en mi vida
Reservados los derechos
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