martes, 28 de febrero de 2017

YO TE QUERIA...


Saboreando un whisky o un café,
ese aroma que entre carcajadas
llora, ríe, bosteza o te roba una lágrima
y me duermo soñándote
en cada suspiro, en cada flor.

Porque yo te quería,
bebí el licor que rebosaban tus labios
para convertirlo en amor firme y divino
materializado en cuerpo y alma,
y  todo quedo en las ruinas de este corazón,
envejecido en el espacio y el tiempo.

Tú, desnudaste mi cama
emborrachada de connotativas escenas,
arruinaste el placer que dan los sueños
y quedaron escondidos entre sabanas
para construir el silencio eterno,
aquel que no tiene edad
y queda envejecido en el espacio y el tiempo.


María Sánchez/ febrero 2017
Reservados los derechos

2 comentarios:

  1. De desengaños se alimenta muchos poemas. Es triste pero bonito,

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  2. gracias por tu comentario, amiga... así es la vida... así nos alimentamos los poetas de vivencias encarnadas en nuestro corazón.
    Mil besos

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