Grito su nombre en la intimidad de mis noches.
tan solo por
una caricia de sus manos.
Lloro sus
besos agrios
y el roce de
dos cuerpos ermitaños.
Tan solo por
coincidir en una mirada
que el
desprecio las hace volar
por el
espacio sin límites… sin ser amado.
Bebo con el
olvido en dos pechos salvajes
y reclino mi
cabeza en la penumbra de la soledad,
Y a veces…
solo a veces,
sigo sacando
mis lágrimas a la intemperie,
llamo al
recuerdo sangrante
y sigo
preguntando:
Por qué?...Por qué?...
Pero, de acero tengo las lágrimas
que se
consumen en los ojos y no corren
porque no
encuentran su cauce.
Tengo dolor
de ser feliz
y vivo la
felicidad de otros.
Ocultar que
le sigo llamando
es mentirle
al tiempo y olvidar la existencia
del amor que un día se compartió.
Por eso…Soy
y no soy,
y aun así, tengo
y no tengo
porque
quiero y no puedo.
Quizás, porque fue ego la libertad.
Quizás, porque en sus manos,
fue un juguete mis sueños.
Por
qué?...Por qué?...
Y al compás del
tiempo
mi corazón sigue latiendo
el perfume y los deseos.
el perfume y los deseos.
María Sánchez/ Febrero 2015
Reservados los derechos.
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