No habrá momentos más bellos
que recordarte en aquella alfombra
recitando poemas de
Neruda.
Haciendo el amor con las caricias
de la primera inocencia,
retocar la alegría de tus ojos
tras el placer de una sonrisa
y un cigarrillo a medias.
Se desbaratan las locas ilusiones
queriendo atrapar un ayer
sin resolver dilemas de matemáticas exactas
y me atan con sus cadenas
sin poder despegarlos de nuestra piel.
Tomo el ejemplo de Neruda
y escribo los versos más tristes .
Me devuelve la noche a las estrellas oxidadas,
en la luna de metal retumba el eco de un trueno
y una nueva mañana me hace olvidar la desdicha
con la que mis versos te llaman…
Aprendemos, leyendo a grandes maestros
y en el amor, no
dejamos,
que nos encaminen en los
sentimientos.
María Sánchez/ agosto, 2019
POEMARIO: En los lagares del tiempo
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