Una rosa cortaría cada día
para que te lleve los recuerdos más hermosos,
con ella mis labios, mis besos,
acaricien tu boca
y ver cómo te brillan los ojos
transformándose en lágrimas de alegría.
Una rosa,
que su perfume cubra
la oscuridad de las noches;
rompa, del tiempo, la monotonía,
y contemplando su color,
como gotas de rocío
resbale, sobre mis manos,
el agua cristalina que sacia la sed.
Tú llevaste la ilusión a mi vida
y yo...
Te regalaría una rosa mojada
cada día.
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