Me he
quedado suspendida en el tiempo,
en el limbo
de la esperanza,
esperando
para cruzar el puente
la luz que
me guie a tus brazos.
Esperando no
sé qué?...
Una llamada
que repita mi nombre
una y otra
vez;
una mirada
con la transparencia de unos deseos;
una voz con
el susurro de un “Te quiero”;
unos labios
que besen lentamente mi cuerpo...
Mi aullido
se pierde entre la tormenta,
al son
del tronar de los relámpagos.
Mientras, la
tarde me tiene inmóvil
en un dulce
anonimato
yo suspiro
en mis delirios
inventando
el tacto de tus manos.
Mari@
Sánchez/ 2015
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