Mientras el
tiempo va muriendo
en las vías
del destino,
van pisando mis
pensamientos
cada segundo
del andén recorrido
sin poner
pausa a los sentimientos.
El horizonte
estalla en mil colores,
el sol ha
borrado al silencio.
Ya el pasto desaparece
entre la
arena caliza del camino.
Ya el
silbido se vuelve inconfundible,
el barro en
las salinas se ha secado,
las vías siempre llevan el mismo sentido
y la brisa
dora los años pasados.
Las ilusiones
se esconden entre nubes
y la tarde
lentamente va callando,
como cae la
mañana y tus ojos.
Los míos, como una mariposa van volando.
Ya se
secaron las lágrimas,
la estación
se va perdiendo
con la
tempestad del levante
y los
sollozos de recuerdos.
Los suspiros
de mí se adueñan
mientras las
pisadas se van borrando.
Solo polvo
es tu presencia y la mía,
poco a poco,
nada va quedando
en el mapa de
la soledad y la existencia.
Loco tren
que marcha repleto de sueños olvidados.
Viajo en el último vagón…
Con billete de clase secundaria.
Agosto se va alejando,
Septiembre se acerca
dejando atrás el verano.
Se deshojara el otoño,
templara el invierno cansado
para volver a nacer entre el romero
y el tren, volverá a la estación del poblado,
cada día…en la monotonía,
día tras día esperando el adiós y los abrazos.
María Sánchez,
agosto, 2014
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