"...Se nos fueron los besos, en aquella tarde de invierno.
Ante los tiriteos del frío, lo arrastraba el fuerte oleaje, barriéndolos contra las rocas
de alguna desconocida playa..."
Viajaban lejos, los corazones de dos locos,
y no fue el perder, tampoco el querer,
ni la brisa , ni la blanca espuma,
lo que convirtió mi boca en agria y salada,
el carmín fue hielo en los labios del amor.
Entre abucheos de
noches revueltas,
se nos fueron los besos
y en míseras mañanas de esperanza
de silenciosas tazas de café.
Y una tarde,
tras humeantes cigarros apagados
ahogamos en un vaso de vino
los suspiros que tanto lloramos.
Se fueron, consecuencias de esta guerra fría
que mantenemos de puertas abiertas
y alcobas de aguas
por un poquito de “yo interior”.
Sin un “adiós”, se fueron los besos.
En la despedida: un tique de ida,
ante la espera de un autobús sin regreso.
Se nos fueron los besos,
los abrazos y los
“te quiero” y las palabras.
Solo quedó el
silencio de mi voz
María Sánchez/ Septiembre- 2018
POEMARIO: En los lagares del tiempo
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