Nos encontramos bajo una ola,
dejando volar la imaginación,
germinaron sentimientos
y nació un mundo nuevo de emociones.
Por eso… me gusta cuando me llamas.
Cuando me hablas
y brotan esas raíces
que al profundizar en mi alma
cruzan todos los mares,
bosques de eucaliptos
en ellos beben y crecen.
En la inmensidad de la nada,
se convierten en flores.
Pero…más me gustan
esos silencios tuyos
buscando mi mirada
y esa tibia sonrisa
que nubla mis sentidos,
junto a ese silbido que producen tus labios
y se enciende mi cuerpo,
donde mi tez rosa… roja se
vuelve
y mi voz muda se queda
como si un beso tapara mi boca.
Mil mariposas se posan en mi vientre
y con los ojos cerrados, grito: ¡Vente!
María Sánchez/ abril, 2019
Poemario: MUNDO QUIMÉRICO
Reservados los derechos
No hay comentarios:
Publicar un comentario