domingo, 29 de septiembre de 2013

Pobre marioneta...



Entrecruzo mis brazos
y guardo el vacío
que deja la ausencia
cuando el adiós es un grito
derrotado en lágrimas.

Acaricio la tarde,
busco tus ojos
y encuentro tu  beso
a golpes de silencio.

A soplos renace la vida,
silencio tras silencio…
golpeando  palabras
y vuelan con el tiempo
tantas horas perdidas.

Hoy lloro tu ausencia
y rio tu recuerdo,
la madrugada 
es una puerta de espuma
cuando oigo tu voz
dando paso a la mañana
y todo es una sinfonía
perfumada de ilusiones
que deslumbra el día
y  las florecillas despiertan
dando vida al jardín
de esta pobre marioneta.

M. Sánchez, 2013
(Resrvados los derechos)

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