Entrecruzo mis brazos
y guardo el vacío
que deja la ausencia
cuando el adiós es un grito
derrotado en lágrimas.
Acaricio la tarde,
busco tus ojos
y encuentro tu beso
a golpes de silencio.
A soplos renace la vida,
silencio tras silencio…
golpeando palabras
y vuelan con el tiempo
tantas horas perdidas.
Hoy lloro tu ausencia
y rio tu recuerdo,
la madrugada
es una puerta de espuma
cuando oigo tu voz
dando paso a la mañana
y todo es una sinfonía
perfumada de ilusiones
que deslumbra el día
y las florecillas
despiertan
dando vida al jardín
de esta pobre marioneta.
M. Sánchez, 2013
(Resrvados los derechos)
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