sábado, 7 de julio de 2018

Tu piel se enreda...




¡Qué hiperactiva es la noche,
sabiendo que tu no estas…!
Tu piel me susurra,
es como un velo que me va cubriendo,
al caer sobre la mía, 
prende como un rayo y nos va iluminando.

Tu piel se enreda como la yedra
de este jardín prohibido,
me acaricia en la soledad
y estimula  lo que quedó dormido.

Tu piel es la fuerza magnética,
que me busca cuando duermo,
me encuentra en los desvelos,
en los más maravillosos anhelos
y se aprovecha de mis deseos.

Tu piel proyecta sobre  la mía
los silencios de mujer que llevo dentro.
Cierro los ojos y aspiro su aroma,
es la flor que adorna mis fantasías,
 me abre los cincos sentidos
y poco a poco acontece
esta pasión adherida en lo más íntimo.

No importa los otoños deshojados
ni la soledad de la madrugada,
ni el espacio acaecido,
ni la ternura de la oscuridad
Tu piel es la promesa
que  vuelve porque no olvida.

Se enreda, cada vez más...
Se enreda, me despierta,
se enreda, me libera,
se enreda en mis sueños
y vuelvo a tener ganas de ti,
de ese amor que no mata el tiempo.

María Sánchez/ Julio 2018
POEMARIO: Dos mujeres al borde de la esperanza
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